Boi Taüll.

En esta ocasión viajamos para descubrir la fantástica estación de Boi Taüll. Una joya escondida en el pirineo de Lleida. Una gran estación compactada en el terreno de una pequeña.

En seguida nos impactaron la variedad de sus pistas, todas cercanas entre sí, pero todas diferentes, como si hubiesen tallado las faldas de la montaña a su antojo. Pistas con curvas, peraltadas, con cambios de rasante, anchas, estrechas, rápidas, arriesgadas, largas, cortas, tubos, boardercross, snowpark e infinidad de travesías fuera de pista. La sensación era de descubrir algo nuevo en cada bajada.

También nos impactó la cantidad de gente, más concretamente la poca gente que había. El fin de semana era perfecto: sol, nada de viento, nieve bien conservada en las pistas gracias a la pequeña nevada del jueves, y la posibilidad de fuera de pista a partir de las 13h, que ya empezaba a transformar la nieve. Pero aun así no esperamos ni una sola cola en los 3 días. Fantástico.

Para redondear el viaje, nos alojamos en un maravilloso hotel de 3 estrellas, Yoy Vall de Boi, recién reformado, con preciosas salas comunes y muy buena comida, pero lo que más destacaba era la calidad de sus trabajadores: atentos y serviciales prácticamente 24 horas al día.

Sólo queda agradecer el maravilloso grupo que nos acompaña en cada uno de estos viajes. En esta ocasión, al ser más reducido de lo habitual, pudimos compartir experiencias de 360º entre todos.

Repetiremos sin duda.